::: Dinámicas para tutoría :::
Servicio Militar Obligatorio en Medellín.
Reclutamiento en Colombia
Emilio / Sábado 14 de febrero de 2009
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Nuevamente los jóvenes de Medellín, se manifiestan en contra de la prestación del servicio militar y exigen se les reconozca el derecho a objetar en conciencia, en este año son varios nuevos jóvenes, lo que quieren vincularse al numeroso grupo de los jóvenes objetores a la guerra y a las fuerzas militares.

El primero de ellos es Carlos Andrés, joven común y corriente, y que al respecto nos cuenta “No quiero prestar el servicio militar porque considero que esta prestación a la patria atenta contra mis derechos humanos, de religión y de libertad de expresión; por que no estoy de acuerdo con la violencia, el reclutamiento de jóvenes y me parece que esto es ilegitimo”.

En medio de la conversaciñon la madre de Carlos, Gloria Elena, pregunta ¿Por qué los ricos no son obligados a prestar el servicio militar y los pobres si?, y al mismo tiempo se contesta “...es que los ricos con la plata pueden comprar todo, mientras los pobres, ni los derechos ni la ley nos sirve”; !claro¡, y es que doña Gloria sabe desde su experiencia, lo que las estadísticas dicen, a saber, que la gran mayoría de militares y jóvenes reclutados son de estratos bajos, es decir; mientras los ricos promueven la guerra, los pobres la hacen, para que en ultimas, los ricos se lucren y los pobres pongan los muertos.

Continua Carlos Andrés diciendo, “...en el ejercito se cometen actos de violencia y obligan a los jóvenes a mentir sobre las personas, acusando a los jóvenes de ser guerrilleros y matándolos sin que sea cierto, eso es lo que llaman falsos positivos”; finalmente Carlos escribe su declaración de objetor, y a sus 17 años inicia su lucha por que se le reconozca su derecho a objetar al servicio militar.

El segundo joven es Daniel López, del Municipio de Marinilla; a este joven el ejercito lo obligo a presentarse el 8 de diciembre del 2008 en el Atanasio Girardot, el estadio de Medellín, que de los espectáculos deportivos, abre sus puertas también para la propaganda guerrerista del ejercito; del Estadio le dijeron que debía trasladarse a la plaza de toros, que también cambia de vez en cuando, la tortura a los toros por la tortura a los jóvenes; dado que este joven tiene una Rinitis crónica, lo registraron como no apto, sin embargo, al finalizar la jornada le quitaron la cedula y la dijeron que se presentara en las próximas jornadas de reclutamiento porque de todas maneras se lo iban a llevar; Daniel, no quiere prestar el servicio militar, primero por su salud y segundo por razones de conciencia. Sin embargo, el ejercito no le quiere reconocer ninguna de las dos condiciones y quiere a como de lugar que preste el servicio militar; en este momento, no se ha vuelto a presentar y no tiene identificación por que se la retuvo el ejército.

Marlon David, es un joven de la ciudad de Medellín, que no quiere prestar el servicio militar, por ello se ha declarado como objetor, no se ha presentado y espera el día en que el ejercito decida no vulnerarle sus derechos y reconocerle su estatus de objetor, en su declaración menciona, que “he decidido declararme objetor, porque tengo una mentalidad anarquista, por lo tanto odio las fuerzas armadas porque utilizan mucha fuerza de autoridad y no me gusta su forma de proceder con las personas: golpes, patadas, como si no fuéramos iguales.

...También tengo alguien por quien ver, y, como depende de mi económicamente no debo irme. Pero la principal razón es que han utilizado la fuerza conmigo, y que mi familia tampoco quiere que me valla a prestar el servicio”.

Edgard Andrés del Barrio Castilla, se declara objetor por las siguientes razones, “Estoy en contra de las fuerzas militares y armamentistas sea del grupo que sea. Estoy en contra de que no respeten las diferentes formas de pensar. Estoy en contra de que el servicio militar sea obligatorio, sin respetar la voluntad de los demás. Estoy en contra de la guerra, desplazamientos y violación de derechos humanos. No estoy dispuesto a aportar a una guerra que beneficia a unos pocos, donde los pobres son lo que sufren las consecuencias.

Porque quiero demasiado a mi familia como para dejarlos. Para irme a defender los intereses burgueses”.

Cristian David, viene de Yarumal, en este Municipio presenció las arbitrariedades de la fuerza publica en cuestión de reclutamiento, en varias ocasiones jóvenes estudiantes universitarios fueron reclutados; Cristian es un joven que además de no querer prestar el servicio militar, es universitario, pero las fuerzas militares no le han resuelto su situación; en casos como estos el interrogante sigue siendo el mismo ¿Por qué las fuerzas militares vulneran el debido procedimiento para el reclutamiento?, ¿Por qué el estado colombiano no reconoce la objeción de conciencia?.

Daniel, es un líder juvenil de la comuna 6 de Medellín, a sus 18 de edad, todavía no puede creer como el ejercito lo obliga a hacer, lo que se ha negado a hacer en su barrio, ha participar de los ejércitos; espera todavía que se le reconozca su derecho.

Ha corrido solo un mes y medio de este año, y cada vez son más los jóvenes que se vinculan a este reclamo al Estado colombiano que implementa un discurso de paz pero gasta sus recursos en la guerra y obliga a los jóvenes a meterse en ella.

Pero estos no son los casos mas particulares, durante este año, hemos acompañado otros jóvenes que se encuentran en situaciones verdaderamente complejas, dificiles, incluso en situacion de aislamiento, lo que hace pensar que esta guerra se sustenta, a consta del dolor y el sacrificio de la población juvenil masculina; Gabriel Jaime, fue un objetor que el ejercito se negó a sacar de las filas y lo obligo a prestar el servicio militar en la zona de Puerto Berrio; luego de esta lamentable experiencia menciona, “pues que mas situación que haber estado reprimido prestando servicio o regalando mi valioso tiempo a un sistema militar de corrupción que solo busca el bienestar de quien lo dirige y defender sus propios bienes”.

Finalmente mencionaremos el caso de Cristian Henao, joven declarado objetor de conciencia, ya estando dentro de las filas, se encuentra reclutado en el Batallón Pedro Justo Berrio, en el Municipio de Bello; el comandante del batallón aunque no lo desacuerteló se comprometió a mantenerlo en actividades administrativas y no cargar fusil; sin embargo, se le entrego un fusil y se le obliga a las prácticas militares de rigor.

¿Quién dijo que en Medellín no hay objetores?, a esta fecha, el Estado colombiano no reconoce la condición de objetores, la personería de Medellín y la defensoría de Medellín dicen que no tienen casos de objetores, pues bien, con este articulo queremos dar cuenta que en Medellín si hay objetores, si hay jóvenes que se niegan a los ejércitos, a la guerra, a la cultura militarista; cada vez somos mas los jóvenes que nos sumamos a la resistencia, al antimilitarismo, al sueño de una sociedad sin ejércitos.

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Los maestros deberán enseñar a los niños a leer, a escribir

Los principios de aritmética y los dogmas de la religión y la moral cristiana.

Los instruirán en los derechos y deberes del hombre en la sociedad

Y les enseñaran el ejercicio militar todos los días de fiesta y los jueves en la tarde.

Con este mismo objeto los niños tendrán fusiles de palo y se les arreglara por compañías

Nombrándose por el maestro, los sargentos y cabos.

El maestro será el comandante

F.P. Santander – 1820.

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Un taco en la garganta, la mirada perdida y la mente en blanco

El 9 de diciembre de 2008 en la plaza de Toros la Macarena, se dio cita al tradicional acto de conscripción de los jóvenes recién bachilleres de toda el área metropolitana de Medellín al servicio militar; más de 10.000 jóvenes desde la madrugada están esperando definir su situación en medio de caras largas, tristes y preocupadas por el futuro de sus vidas después de este día.

La mayoría de ellos no se quieren ir, no saben porque están ahí, se dejan estrujar, mover, estrangular, aporrear y pegar por otros jóvenes y soldados, todo por defender un sitio en la fila, una fila que los ha mandado a hacer la institución educativa de donde se han graduado; o sea que, después de 11 años de educación e instrucción, 18 meses para olvidar y aprender la ley de la fuerza y la sin razón.

Muy pocos de ellos se animan a devolverse a sus casas, pese a estos maltratos y a no saber a qué horas retornarán a sus hogares, pues en el fondo a los Jóvenes los mueve una tensión que han creado las fuerzas militares con los maltratos, las requisas, las redadas, las desapariciones, los falsos positivos, los civiles vestidos de militares y las batidas constantes en los barrios y los municipios. Un joven que estuvo en la fila nos escribe, narrando la tortura del reclutamiento:

Por medio de la presente simplemente quería saludarlos y darles las mas sinceras felicitaciones por este movimiento que llevan acabo, no tenía la menor idea que existían, hasta el 9 de diciembre cuando se hicieron presentes en la plaza de toros la macarena, desafortunadamente solo estuvieron en las afueras, porque hubiera sido genial que presenciaran las atrocidades que los integrantes del ejército nacional cometían contra los que allá estábamos, a mi y a algunos amigos nos permitieron salir a las 3:30 de la madrugada y como nosotros vivimos en Rionegro no tuvimos mas opción que irnos a amanecer a la Terminal de Transportes donde nos trataron como unos indigentes, aunque en ese momento así nos sentíamos luego de estar mas de 22 horas sin poder comer algo porque el ejército nacional tenía unos precios demasiado elevados en los alimentos que vendían dentro de la plaza de toros, todo este tiempo allá y lo único que hicieron fue agredirnos física y verbalmente, porque ni siquiera nos resolvieron la situación militar. Muchas gracias a ustedes por ayudar a que mas gente despierte de esta mentira en la que los tiene el gobierno.

La fuerza pública inducen miedos como táctica, por sus actuaciones llenas de terror, acompañadas de desinformación que se validan en una sociedad de control que cada vez vive más militarizada, es decir, un control expresado en las ordenes, las armas y su obediencia, anulando cualquier alternativa u otro tipo de razón, fomentando el pie de fuerza y la oferta laboral en las instituciones que procuran la seguridad y la defensa, sin importar la estrategia y el medio que usan para llegar a su objetivo, como lo muestran constante mente los medios de desinformación masivos. Pero en el fondo esta el interés de los poderosos que necesitan Seguridad y Defensa para las transnacionales y las empresas de los ricos colombianos, no para los familiares y el pueblo.

A éstos muchachos, “pelados” o simples menores de 18 años, antes de entrar, los acompañan sus madres y padres, hermanas, novias y amigas, tan preocupadas y decididas a lidiar con los hombres del ejército, con tal de volver con sus familiares a casa sanos y salvos, pues tienen la valentía y las ganas de encontrar otras formas de salir de ese azar, de esa incertidumbre, de ese limbo sin salida, que tiene a sus muchachos con un taco en la garganta, con la mirada perdida y la mente en blanco, pues rápidamente los jóvenes no dudan, sólo reciben ordenes, renunciando a sus sueños y aspiraciones por la crueldad del reclutamiento.

Hacemos alusión a esta situación, con la intensión de mencionar una vez más la grave problemática de los jóvenes colombianos, al momento de verse sometidos a un Estado que los obliga a enfilarse en la guerra con camuflado y fusil, vulnerando y desconociendo de manera flagrante, el derecho de todas las personas a negarse a realizar algo que considera que atenta contra sus convicciones y creencias, en este caso especifico la violación del derecho de los jóvenes a objetar en conciencia a la prestación del servicio militar obligatorio.

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Medellín (Colombia), 27 de Febrero de 2009 La Formas del Reclutamiento al Servicio Militar Obligatorio en Colombia: legal, ilegal y mediático

Objetamos al Reclutamiento de cualquier grupo armado y a toda forma de militarizar la vida.

En Colombia, menos de la mitad de los 45 millones de pobladores son hombres; de éstos 20 millones, aproximadamente la mitad son jóvenes. Y según la ley 48 que reglamenta la forma en que se debe de hacer el proceso de reclutamiento para el Servicio Militar, todos deben de asistir a las jornadas planeadas para definir su situación obligatoria.

También se calcula que existen más de 250.000 remisos en el país y por lo menos hay 20 mil casos de deserción, sumando a eso que un gran número de hombres jóvenes que no terminan el bachillerato -de ocho millones, más o menos tres millones son analfabetas-; que muchos de los hombres que viven en el campo no estudian, y que un 30 por ciento -aproximadamente- de los jóvenes que terminan el bachillerato no se presentan a la entrega de la documentación respectiva.

El mecanismo que ha reglamentado la ley de reclutamiento para incorporar a las fuerzas militares , ha sido las citaciones a través de los colegios a los recién bachilleres, y a las personas que no son bachilleres, les debe informar las fechas de concentración a través de los medios de comunicación, también le esta permitido hacer requisas y entregar citaciones para la conscripción a los que no tengan la libreta; es por ello que en el centro, en las estaciones del metro, en los parques y bares de los barrios y municipios, les solicitan a los jóvenes la cédula, tomándole una foto a este documento y entregándoles un papel en el cual quedan dizque inscritos, es decir, si el día de la citación asignada no asisten a la jornada, de ahí para delante figuraban como remisos.

En lo corrido del año 2008 se han realizado distintas jornadas para reclutar y entregar masivamente libretas militares. En febrero se enlistaron a más de 65.000 jóvenes en todo el país, en mayo a otro montón, dizque porque había cambio de contingente, en julio a todos aquellos que no son bachilleres o no se presentaron a tiempo, en octubre la citación fue para reclutamiento y de entrega de libretas a mayores de 28 años. El 9 de diciembre en Medellín más de ocho mil jóvenes bachilleres esperaban definir su situación. En enero de 2009 se anunciaba constantemente en los noticieros de RCN, que los mayores de 25 años debían de asistir a una jornada especial para resolver su situación. En fin, en todo el año y lo que va corrido del 2009 se han reclutado más de 400.000 jóvenes sólo a prestar el servicio militar.

En contraste a lo expresado en la norma, se hace evidente que el ejército y la policía no la respetan, no son los héroes de la patria, más bien son los mayores violadores de los derechos humanos, al cometer actos no permitidos por la ley que los reglamenta y defienden; para el caso del servicio militar y su gran auge, la otra estrategia que se utiliza para convocar u obligar por parte de la fuerza pública ha sido, la tradicional batida, la detención arbitraria en un sitio público.

Tal como hemos visto, se hacen practicas ilegales para vincular a la población a la fuerza pública. Ya no sólo basta con la ley 48, se utilizan mecanismos de reclutamiento iguales a las que recrean los grupos ilegales armados; y para el colmo, se recrean nuevas estrategias de reclutamiento, utilizando los medios de comunicación oficiales y privados, de adiestramiento masivo a partir de una publicidad, un tipo de hombre militar, que seduce con la imagen y la palabra y engaña con los hechos; la prueba más fehaciente de la polarización de la información a favor del gobierno, pues quien no diga que la seguridad trae buenos resultados es el próximo, es el sospechoso para la red de informantes, y quizás, de pronto, un falso positivo.

Hacemos alusión a esta situación, tan cruel y que crece cada día más, pues el domingo 4 de febrero en la entrada del puente del metro a la terminal del norte, militares detenían a hombres adultos y jóvenes exigiéndoles mostrar la libreta militar, los que no la poseen debían de pagar el valor de fotocopia de su cédula y recibir una citación para el lunes 9 o martes 10 de febrero. Igualmente nos referimos al reclutamiento, especialmente a la forma constante en la que se practican las batidas, pues las fuerzas militares no reconocen que su práctica, de privación de la libertad y libre desplazamiento este por fuera de la legalidad; en el ultimo derecho de petición emitido en enero de 2009 por la cuarta brigada del ejército, a propósito del reclutamiento, mencionan que la institución militar no hace redadas, ni batidas.

Fuente original: http://www2.redjuvenil.org



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