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ENTREVÍAS
Autora: Maruja Torres
Yolanda jb / Jueves 5 de abril de 2007
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"Los ministros de la Iglesia no deben ser protagonistas, sino servidores". Lo ha dicho el cardenal y arzobispo (de Madrid) Antonio Rouco Varela, a raíz de la orden de cierre emitida por la jerarquía católica contra la parroquia de san Carlos Borromeo, en Entrevías, acusados sus curas de no cumplir con la liturgia: qué excusa para, de acuerdo con la época, meterles mano, con las ganas que les tenían por su labor social y su independencia. Que me explique Rouco, respecto a la modestia, en dónde se la dejó el día en que se puso de tiros largos para largarles a los príncipes de Asturias y a toda España el más reaccionario de los sermones de boda.

Somos pocos los periodistas que, habiendo ejercido en Madrid durante la transición y los primeros años de la democracia, no hemos mantenido contacto alguna que otra vez con Enrique de Castro, igual que lo tuvimos con el desaparecido padre Llanos. Allí, en Entrevías, se nos ayudaba a comprender el mapa humano trazado en suburbios y baldíos donde la ciudad cambia de nombre. Allí aprendíamos a conocer de primera mano la pena de las drogas, el azote de la injusticia y la ya por entonces compleja realidad de la inmigración. Si en alguna oportunidad me daba por pensar que Cristo era algo más que una leyenda urbana vaticana, podía creer que se encontraba allí, en la acción social y en una religiosidad sin remilgos.

Eran tiempos en que ni los curas obreros ni los teólogos de la liberación estorbaban, ni podíamos siquiera suponer que se les barrería de la faz de la Tierra, salvo en las atroces dictaduras bananeras latinoamericanas cuyos asesinatos de religiosos los jerarcas eclesiales nunca condenaron. Mas ya ven. Ha vuelto el Vetusto Inquisidor. Sin complejos.

Puede el Vaticano entregarse entusiástica y velozmente a la santificación del pontífice anterior; puede prohibir a sus fieles que aborten y que se divorcien y que se pongan la gomita. Allá ellos.

Pero Jon Sobrino y la parroquia de Entrevías, con sus tres curas y sus feligreses no son del Vaticano. Son patrimonio de la humanidad. Mira que si viniera Cristo de nuevo, de verdad, no en la litúrgica resurrección, íbamos a ser los ateos quienes tendríamos que salvarle de semejantes hipócritas.

FUENTE: elpaís.com

MÁS INFORMACIÓN: Parroquia de Entrevías



Foro

  • ENTREVÍAS
    24 de abril de 2007, por Miguel de Parla

    Monseñor Antonio Mª Rouco Varela.
    Arzobispado de Madrid.
    monsherraez@planalfa.es

    Madrid, a 24 de mayo de 2007

    Mi nombre es Miguel Ángel Cuerva Alcántara, pertenezco desde 1.989 a la Comunidad San Carlos Borromeo, del barrio de entrevías en Madrid.

    Por esa fecha ya estaba descreído de la institución eclesiástica, mi propia experiencia en otros comunidades católicas y las continuadas incongruencias entre los evangelios y lo que públicamente dicen y hacen los máximos representantes de este organismo, hicieron que me fuera de la Iglesia para poder seguir viviendo mi fe con coherencia. Fue entonces cuando conocí la comunidad de San Carlos Borromeo, cuya labor, sencillez, humildad, ejemplo, acogida e igualdad, me hizo volver al seno de la Iglesia.

    De la persona que hoy soy, le debo mucho a esta comunidad, no sé si pretendían enseñarme algo, pues nadie me dio lecciones explicitas, pero sus vidas eran enseñanzas constantes.

    Así pues, Monseñor, una vez más, las altas jerarquías eclesiásticas, de la que es usted uno de los representantes, en su línea vuelven a dar un varapalo, que solo ustedes desde sus cómodos y ostentosos lugares de trabajo, absolutamente alejados del pueblo, de las personas, deben comprender; pero desde luego ello no responde en absoluto al bien de los católicos, ni de las comunidades, cuanto menos de los evangelios.

    Sabe Monseñor, a fuerza de buscar una explicación, creo que la he encontrado y es que nuestra comunidad, les pone en continua evidencia e igual que en la inquisición se le negaban los libros al pueblo, para que no tuvieran sabiduría y así, que este monopolio que ustedes manejan desde entonces, no se les fuera de las manos, cuando las gentes adquiriesen la cultura necesaria como para desenmascararles. Y claro, del mismo modo, ahora en la actualidad no pueden permitir que gentes insignificantes para ustedes puedan desde una humilde parroquia, seguir el ejemplo de Jesús y que con trabajo tan fiel al Evangelio y tan lejos de la Iglesia, de la Iglesia que ustedes construyen o destruyen, sea tan cuestionable todo lo que hacen, y más aún todo lo que no hacen.

    Usted apela al voto de obediencia de los tres sacerdotes, la comunidad apelamos a su conciencia, no a la actual con jerifalte de la Iglesia, sino a la que se le supone en algún momento, cuando sintió la llamada de Dios y que en nada se debe parecer a la de ahora.

    Monseñor, como el jefe de una gran empresa, usted ejecuta órdenes desde su despacho y espera sean cumplidas sin rechistar, de forma absolutamente dictatorial. No se digna en un acto de valentía a venir a dialogar con esta comunidad a consultar con nosotros, a tenernos en cuenta. Pero claro somos la parte más insignificante de su Iglesia, la más machacada, la no rentable, la que jamás podrá proporcionarle bienes materiales como esas otras por las que usted si de deja ver.

    No es nuestra liturgia lo que le molesta, es nuestra fe, nuestra manera de vivirla, porque somos lo que usted no es, porque hacemos lo que usted no hace. Se pone su disfraz de Obispo y se siente alguien, siente el poder y lo ejecuta. Nosotros vamos desnudos de mente y espíritu, lo que se ve es lo que hay, por eso no tenemos miedo, porque no tenemos de que escondernos.

    En nuestra comunidad hay quien creé en Dios, y los que ya solo creemos en las personas, unos y otros, unas y otras, a pesar de todo, le acogeríamos bien en nuestra casa de San Carlos Borromeo, esa que es tan humilde que quizá no esté a su altura, pero si a la altura de los evangelios. Esta casa es su casa y en ella le esperamos sin seguir su ejemplo, es decir, con respeto, con dialogo, con escucha, pero con opinión.

    Este es un escrito libre, del cual el firmante es el único responsable de su contenido, porque a pesar de que los sacerdotes de San Carlos Borromeo, nos están pidiendo, prudencia y calma, nosotros no tenemos voto de obediencia y tampoco hace falta pues ellos piden y no ordenan.

    Debería usted aceptar esta invitación y venir, tiene mucho que aprender de esta comunidad.

    No me crea tan ingenuo, sé que esto para alguien como usted, es solo papel mojado, que a estas alturas no hay quien toque su conciencia y desde su estatus uno debe estar ya acostumbrado a estar por encima de todo y de todos y todas. Pero como la nobleza de la Iglesia solo acostumbran a rodearse de aduladores, al menos que de cuando en cuando le llegue una humilde pero sincera opinión. Y auque no le importe en absoluto, de que llegue a sus manos, ya me encargo yo.

    Por último solo decirle, que yo, no me voy ha olvidar de su nombre y que es posible que a usted comience a sonarle el mío.

    Miguel Ángel Cuerva Alcántara

    • ENTREVÍAS
      15 de mayo de 2007, por Miguel de Parla

      Monseñor Antonio Mª Rouco Varela.

      Cardenal - Arzobispo de Madrid.

      C/ San Justo nº 2 28071 de Madrid.

      Parla (Madrid), a 14 de mayo de 2007

      El pasado 24 de abril, le envié un correo electrónico a: monsherraez@planalfa.es, así mismo le remití una carta de la que se acusó recibo el 4 de mayo de 2007 e igualmente en esta fecha el mismo escrito fue admitido por el registro de la Vicaría General, con número de entrada 345. Los tres con idéntico contenido y referidos al cierre de la Parroquia San Carlos Borromeo del madrileño barrio de Entrevías.

      Con motivo de alguno de estos tres comunicados o quizá por los tres, la semana pasada recibí correspondencia de su parte y como único contenido había un breve comunicado de presa, que se emitió desde la Oficina de Información del Arzobispado de Madrid con fecha 2 de abril de 2007 y publicado en Internet según consta (http://www.archimadrid.es/noticiasy...).

      Con franqueza le diré que quede sorprendido, pues no esperaba recibir ningún tipo de respuesta de su parte. Ahora bien, habría deseado que esa respuesta hubiese sido un poco más personal, en el sentido de contestar a todo el contenido de mi oficio, pues en comparación de cuanto le expreso en el mismo, su respuesta se me antoja bastante ramplona. Cabría esperar de alguien de su posición una defensa de sus acciones, así como de las acciones de la institución a la que representa.

      Aun así y sin desistir de que ello se produzca, me limitaré a comentarle mi opinión respecto del mencionado comunicado de prensa, no si antes poner en su conocimiento, que cuando escribí lo enviado, ya tenía noción del mismo:

      En primer lugar, desconozco el contenido del artículo que publicó el diario El Mundo, por lo que no puedo valorar su exactitud.

      En segundo lugar, respecto a la decisión tomada por el Arzobispado de Madrid en el año 1.985, con respecto a las labores de la Parroquia, que creo que efectivamente fue así, y en relación con la actual decisión, que según dicen se hace con el parecer del Consejo Presbiteral y con la presunción de que el cierre de la Parroquia y la cesión a Caritas será mejor servicio social, le cuestionaré lo siguiente:

       No sé que pegas puede ponerle usted al servicio que actualmente se esta prestando en San Carlos Borromeo.

       Ni porqué piensa que Caritas puede mejorarlo.
       Tampoco entiendo que no se nos tenga en cuenta como comunidad. Y puesto que dice querer hacer lo mejor para la misma, por qué no le interesa que es lo que nosotros y nosotras queremos. Por qué no nos respeta, por qué somos invisibles para usted, por qué esa indiferencia para con nosotros y nosotras.
       ¿Por qué ha de decidir por nosotros y nosotras donde queremos estar, donde queremos desarrollar nuestra labor social o donde queremos ser ayudados o donde queremos celebrar la eucaristía?.
       ¿Bajo qué criterio se toma ese tipo de decisión?.
       Desde que ha tomado la misma, ¿no tiene constancia sobrada de que no solo la gente que conformamos la comunidad, sino todas las personas, comunidades y grupos que la conocen y se solidarizan y que incluso transciende nuestras fronteras, quieren que San Carlos Borromeo permanezca tal cual?.
       ¿Es que la Iglesia no está al servicio del pueblo?.
       ¿Es que su puesto le da derecho a desoír todas las peticiones que por distintos medios y ámbitos, se le están haciendo en contra del cierre de San Carlos Borromeo?.

      La humildad y la rectificación, son valores cristianos. Monseñor, de ejemplo, reconozca humildemente su error y de marcha atrás en su equivocada decisión.

      Una vez más le solicito que venga a San Carlos Borromeo, a conocernos, a escucharnos, a mezclarse con nosotros y nosotras, a recibir información de primera mano. Concíliese con esta comunidad, donde hasta alguien como, usted que no muestra tenernos la más mínima consideración, será bien recibido.

      Ojala esta vez su respuesta sea la vuelta a la cordura y ceje en su empeño, o al menos se digne a visitarnos y por lo menos que esta vez se implique en sus respuestas contestando a mis cuestiones.

      Fdo.: Miguel Ángel Cuerva Alcántara

  • ENTREVÍAS
    12 de abril de 2007, por kildare

    Esta Maruja Torres ni cree en Dios,ni en Cristo ni en la Iglesia, así que se calle, que es una ignorante sectaria, lo peor de lo peor, además de un ser amargado, como todo ateo odiador de la Iglesia, o sea de Dios. EXTRA ECCLESIA NULLA SALUS" señores de Entrevías, si no seguís la liturgia católica y hacéis lo aque os sale delos cojones pues ala, a la calle. Menos mal que los tiempos del caos de Tarancón, Iniesta y demás tipos nefasto ha acabado. Ahora la jerarquía no se corta un pelo y al que no es ni oveja ni pastor, a la calle, fuera, que para eso Cristo les dio poder de atar y desatar. Si Tarancón y ddemás seres que Dios perdone hubieran actuado así, noi habría habido el des,madre de los 70 y 80, pero llegó Jjuan Pablo II y todo eso se acabó.
    Si estos no-curas de Entrevías se quieren condenar allá ellos, pero los demas no, que hace mucho que Cristo no baja al alatar de estos desgaramantas. Rezaremos por ellos, pero no nos cortaremos un pelo, o dentro o fuera y estos van fuera, ah, y ese rebaño de perros qure nos ladra son los enemigos de Cristo, así que Rouco está haciéndolo de puta madre, adelante, mi arzobispo, y rel que no quiera entrar por el aro, a obleas con él. NOS JUGAMOS EL ALMA.

    • ENTREVÍAS
      12 de abril de 2007, por EducaRueca.org

      Desde EducaRueca os queremos pedir disculpas por haber publicado este último comentario tan irrespetuoso e insultante. Después de haberlo comentado con varias personas hemos llegado a la conclusión de que con su publicación sacábamos a la luz una imagen muy clara de cierta "iglesia" y por esto hemos optado por su publicación.

      Gracias por vuestra comprensión,

      EducaRueca

    • ENTREVÍAS
      13 de abril de 2007, por PioPio

      Pero es que tienen razón.

      A ver cuando las personas de buen corazón y mejores intenciones nos bajamos del burro.

      Esta SICAR no es la institución que Cristo instituyó, porque desde que decidieron arrimarse al poder y ayudarle a controlar el rebaño traicionaron el mensaje de Jesús y convirtieron la casa de su padre en un nido de ladrones.

      Y estos buenos cristianos de Entrevías, del Polígono Sur en Sevilla o de los suburbios de Calcuta, de la selva guatemalteca y tantos otros tendrán su sitio a la diestra del Señor, mientras que Rouco, Ratzinger y toda esta banda de fariseos (Dios los perdone) arderán en el infierno por muchos camellos que intenten meter por el ojo de la aguja.

      Y lo verdaderamente indignante es que las autoridades públicas los sigan considerando representantes legítimos de los creyentes. ¿Quién ha elegido a estos individuos? El Estado Vaticano. Pues al Estado Vaticano representan, no a los cristianos.

      De hecho, no veo que su rebaño les preocupe un comino. Sólo el poder terreno les mueve.

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