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EDUCAR A NIÑOS Y NIÑAS SINGULARES
Yolanda jb / Martes 20 de diciembre de 2005
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EDUCAR A NIÑOS Y NIÑAS SINGULARES

AUTORA: Graciela Hernández Morales

Quiero centrar mi intervención sobre los objetivos de la coeducación y las líneas de acción necesarias para lograrlos. Quiero hacer previamente una pregunta que la dejaré en el aire: ¿es la igualdad el objetivo fundamental? Y si es así: ¿qué sentido y qué significado le damos a esa palabra?

Hay para mí dos grandes objetivos que deben ir unidos a la hora de hacer coeducación:

- Por un lado la justicia, que niños y niñas tengan iguales derechos y oportunidades.

- Por otro lado la libertad, que unos y otras puedan expresar su “ser hombre” o su “ser mujer” como quieran, sin violencia y sin clichés preconcebidos.

Para lograr estos objetivos es importante desarrollar o afianzar cuatro grandes líneas de acción. A continuación señalaré cada una de estas líneas y haré una reflexión sobre su puesta en marcha.

1.La superación de los estereotipos sexistas

Para hablar de este punto tengo que hacer referencia al cuerpo sexuado que todos y todas tenemos.

La gran mayoría de las criaturas aprenden antes los estereotipos que los significados reales de tener uno u otro sexo. Aprenden que ser niña es jugar con muñecas o tener vestidos, y que ser niño es tener pelo corto y jugar con camiones. Y, desde este planteamiento, un niño puede llegar a sentir miedo de dejar de ser niño cuando se maquilla o se pone una falda, y una niña puede llegar a temer dejar de ser niña cuando se corta el pelo. Eso pasa porque no saben que lo que les diferencia realmente es su cuerpo, sus genitales.

Si tuvieran la oportunidad de aprender desde temprano que:

- Los niños son niños porque tienen un pene y testículos.

- Las niñas son niñas porque tienen una vulva con su vagina, clítoris y meato. Y no porque carecen de pene (tal como llegan a representarse muchas).

- Se es de uno y otro sexo para siempre: que a una niña no le crecerá un pene en el futuro ni a un niño le saldrá una vulva.

- Los genitales no son algo oculto, prohibido ni sucio. Podrán comprender más fácilmente que se puede ser niño y ser niña de muchas formas. Les resultará más fácil estar a gusto con su propio cuerpo y su propio sexo sin ver en ello restricciones.

Darles a conocer su propio cuerpo es un modo de allanar el camino para que nuestras alumnas no terminen sintiendo la necesidad de esconden sus cuerpos cuando vayan, por ejemplo, a una entrevista de trabajo, en un vano intento de ocultar que son mujeres, como hacía yo cuando era adolescente poniéndome jerseys y pantalones largos.

2.Reconocimiento y valor de las niñas y las mujeres

Para abordar este punto quiero hacer referencia a algunas prácticas que se llevan a cabo con el fin de visibilizar a las mujeres y que pueden resultar contraproducentes cuando no se atiende a sus trampas.

a.Cuando se hace hincapié en la injusticia y la discriminación sufrida por las mujeres.

Es necesario nombrar y visibilizar la injusticia vivida por muchas mujeres. Es importante que se sepa que muchas cobran menor salario que los hombres por el mismo trabajo, que muchas sufren violencia sólo por el hecho de ser mujeres, que a muchas se les niega su sexualidad y se les impone otra, etc.

Ahora bien, cuando hablamos de las mujeres sólo en términos de injusticia, la representación que una niña se hace de sí misma y de las demás es sólo de ser víctimas, de miseria, de esclavitud, etc. Y este tipo de representación, además de parcial, quita fuerza.

Esta forma de acercamiento a la realidad femenina se hace patente en los medios de comunicación. Parece como si las mujeres no aportáramos nada o aportáramos poco a la política, a la economía o a la cultura. Sin embargo, cada vez aparecemos más representadas como víctimas de maltratos o violaciones.

Un ejemplo de esto que digo, es cómo se ha visibilizado el trabajo doméstico desde diversas instancias. Es común hablar sobre el injusto reparto de esta tarea, cada vez se señala con más rotundidad las condiciones en las que es realizado por muchas mujeres (jornadas interminables, falta de valoración, sin vacaciones ni fines de semana, sin remuneración, etc.). Todo ello lleva, sin pretenderlo y de un modo sutil, a que ni niños ni niñas lo quieran realizar, de hecho pienso que ahora nos enfrentamos a un problema de salud grave por las consecuencias que el abandono de estas tareas supone.

Se habla poco, para mí gusto, de lo que estas tareas han supuesto para la civilización. No es frecuente reconocer su importancia para la supervivencia de la humanidad, más aún en momentos de guerras o de grandes catástrofes. Se habla poco de las aportaciones cotidianas de las mujeres al mundo, a la economía y a la historia. Y todo ello es un patrimonio de gran valor, no sólo para las mujeres, sino para hombres y mujeres.

b.Cuando se habla de mujeres ilustres

Es habitual que, con el afán de hacer visibles las aportaciones de las mujeres a la historia, se citen a unas cuantas mujeres ilustres que han sabido tener presencia en esa parte del mundo estipulada, pensada y gestionada por hombres.

Ahora bien, nombrar y valorar sólo a unas cuantas lleva a que una niña se quede con la sensación de que sólo algunas han hecho algo importante por el mundo. Además, si juntamos esta información con lo señalado en el punto anterior, esta niña llegaría a pensar que todas las demás mujeres estaban relegadas, marginadas y excluidas de la historia.

Pero, en realidad, siempre ha habido mujeres, algunas más anónimas que otras, haciendo ciencia, cultura, política, pedagogía... y creando mundo tanto dentro de las familias como en espacios diversos.

c.Cuando se habla de “las mujeres” como un añadido o un apartado

Tener presente a ambos sexos es afrontar el mundo, la historia y las diferentes disciplinas contemplando las aportaciones y las experiencias de unas y otros. No es contar la historia tal como la vivieron los hombres y añadir un “pero las mujeres también hicieron algunas cosas...”, restando fuerza y grandeza a todo eso que ellas han desarrollado.

Es, por ejemplo, hablar sobre las diferentes guerras que han existido señalando sus causas, los tratados de paz, el desarrollo armamentístico y las grandes batallas, pero señalando también y con igual fuerza (o si me apura, en este caso, con mayor fuerza) el trabajo de las enfermeras, de las amas de casa, de las mujeres en general que han hecho posible sanar heridos, enterrar muertos y evitar epidemias, buscar y gestionar alimentos evitando más muertes aún, etc.

d.Cuando se habla de “las otras mujeres”.

Es común hablar de las mujeres como si fueran una categoría diferente a las niñas y mujeres concretas que están en las escuelas y en las aulas. Pero, reconocer y valorar a las mujeres es dar crédito, valor e importancia a lo que hacen, dicen, sienten y desean las niñas, y también a lo que hacemos, sentimos y deseamos nosotras, sus maestras.

3.Erradicación del modelo de masculinidad violento

El patriarcado ha entendido que la masculinidad se expresa a través del poder sobre otros y otras, y que para obtener ese poder vale cualquier método, también la fuerza bruta.

A muchos niños se les sigue enseñando a ser competitivos, a ser violentos para hacerse valer, a vivir una sexualidad reducida al coito y a la conquista y, sobre todo, a no ser como las mujeres. Es un modelo que considera que reconocer a las mujeres y aprender de ellas es signo de debilidad, de falta de hombría y, para confundir todo aún más, de homosexualidad. Como si sólo hubiera una forma de ser homosexual y como si ser homosexual fuera algo negativo.

Se sigue considerando que aquellos niños que se desmarcan de este modelo de masculinidad tradicional, que se muestran dulces o sensibles, que les gusta jugar con muñecas, que no les gusta el fútbol o que les gusta adornarse, tienen un problema. Cuando en realidad son aquellos y aquellas que no son capaces de aceptar que la masculinidad se puede expresar de formas diversas, que no son capaces de dejar que los hombres y niños se expresen con libertad, quienes tienen realmente un problema.

Este es un modelo que resta libertad y produce mucho sufrimiento no sólo a los hombres, sino a toda la humanidad: la lógica del más fuerte, produce exclusión, miseria y violencia en gran parte del planeta.

Por todo ello, es importante reconocer y sacar a la luz la experiencia de aquellos hombres que no han necesitado de la fuerza bruta ni del poder para sentirse valiosos, ya que de ellos también tenemos mucho que aprender. No hay que irse muy lejos para encontrarlos, en todas las escuelas y pueblos existen niños, chicos y hombres que pueden servir de referente, aunque también son relevantes algunos nombres que han destacado en la política o en la cultura. Darles valor es hacer visible a los niños y a los chicos formas más sensatas y humanas de vivir la masculinidad.

Asimismo, no hay que olvidar que algunas formas de entender la igualdad entre los sexos han significado una presión para que las chicas se desplacen a lo que se ha entendido tradicionalmente como el mundo de los hombres, para que ellas también pudieran tener reconocimiento y valor.

De tal modo, que, si a las chicas se les mide con los chicos, y se les presenta como único horizonte ser iguales o más que ellos para ser consideradas valiosas, no es extraño que algunas lleguen a la conclusión que la fuerza bruta y la competitividad es un medio eficaz para dejar de ser víctimas y tener reconocimiento.

Este fenómeno sí suele ser noticia. Fue portada de algún periódico la primera mujer-bomba en Palestina, también se habló mucho de lo “masculina” que parecía Margaret Thatcher, o Condolezza Rice o las 500 milicianas que van a la guerra en el Kusdistán.

Ellas no son mujeres que se parecen a hombres. Son mujeres sin más, pero que han asumido como propio este modelo. Para mí, sus formas de romper estereotipos no suponen una conquista, más bien una pérdida.

4.Atención a la singularidad

Atender a la singularidad es facilitar el camino para que cada cual pueda expresar su ser niño o su ser niña de un modo propio y original, pueda realizar deseos propios y originales sin caricaturizar ni renunciar aquello que es (un hombre o una mujer).

Para ello es muy importante la escucha. La escucha implica interés por entender de verdad qué vive y quién es el niño o la niña con quien nos relacionamos.

Para escuchar hace falta tomarse muy en serio a la criatura y partir del hecho de que ella es quien mejor sabe lo que vive y lo que siente, aunque le falten las palabras y la experiencia para comprender esas vivencias y sensaciones. No se trata, por tanto, de interpretar, juzgar o anticiparse a lo que nos quiere expresar.

Muchas veces es más interesante escuchar que explicar, porque la escucha les ayuda a entenderse y a entender desde lo que son, viven y sienten, y eso les da confianza en sí, gusto por ser cómo son e interés por quienes les rodea.

La escucha es un camino para que salga a la luz lo nuevo que cada criatura lleva dentro, para que salga la libertad y, por tanto, formas originales e imprevisibles de ser hombres y de ser mujeres.

Para acabar, quiero recordar la pregunta inicial: ¿es la igualdad el objetivo fundamental de la coeducación? Creo que estaremos de acuerdo con la necesidad de fomentar la justicia, pero no de trabajar hacia una homologación, menos aún con una homologación a un modelo violento que no da libertad ni a hombres ni a mujeres.

Finalmente, quiero señalar que desarrollar con profundidad estas cuatro líneas de acción (y no sólo en educación) es dejar sin sentido cualquier guerra, como esta que se nos avecina, y hacer realmente posible otro mundo.



Foro

  • EDUCAR A NIÑOS Y NIÑAS SINGULARES
    20 de enero de 2006, por mercedes

    Estoy de acuerdo con las opiniones y reflexiones del autor (hombre o mujer) de este artículo. Parece que en nuestra "moderna" sociedad (seguramente que nuestro modelo del que estamos tan orgullosos, dentro de unos pocos siglos quizás décadas estará ya obsoleto), de la "lucha de clases" se ha pasado a la "lucha de sexos".

    Estoy a favor de que las mujeres no renuncien a sus roles de madres (por cierto, el mejor rol del mundo, e imprescindible para generar individuos felices para la sociedad), esposas o compañeras, etc., si tienen familia, mientras siguen trabajando y realizan o desarrollan fuera del hogar cuantas actividades y ocupaciones quieran, puedan o deban realizar según sus cirscunstancias o deseos.

    Estoy también en contra de la "discriminación positiva" hacia las mujeres. Espero que llegue pronto el día en que, por ejemplo, los partidos políticos no se vanaglorien de los porcentajes de mujeres frente a los de hombres que componen sus filas. En que las empresas, entre sus políticas de contratación de personal, no incluyan un porcentaje fijo de empleadas. Es decir, en que los puestos de trabajo (básicos y de responsabilidad) sea ocupados en función de la valía del candidato y no en función de su sexo.

    Como muestra de esta "lucha-discriminación" un botón:

    - El uso, más bien desuso, que se hace en nuestro idioma, el castellano, del género neutro representado por sustantivos masculinos en singular y/o plural. Por ejemplo, cuando se habla en general de "niños", se está refiriendo tanto a individuos del sexo femenino como del masculino. Sin embargo, hoy en dia, siempre, ¡siempre!, oigo la coletilla (que me suena ridícula) "... los niños y niñas del colegio organizaron un mercadillo por Navidad ...". O lo que es peor, sobre todo en medios de edición electrónica, para referirse al plural neutro utilizan el carácter @: " ... los alumn@s ...", queriendo expresar "...los alumnos y alumnas..."

    - ¿Y que ha pasado con los vocablos que designaban profesiones o ocupaciones de manera neutra, sin indicar sexo? Por lo visto, ya "juez" o "médico" sólo puede serlo un hombre, hasta hace unos años jueces y médicos lo eran mujeres y hombres. Espero que una mujer pueda seguir siendo un "peón", me niego a ser una "peona" (es un chiste propio, muy malo, ya lo sé).

    Siguiendo con esta tónica, quizás ya no se pueda decir "los reyes de España" y haya que decir expresamente "el rey y la reina de España" (un poquito largo, ¿no?).

    Supongo que nuestra sociedad avanzará hacia delante lentamente en este aspecto, que hacia atrás no iremos. Pero ahora mismo están las dos tendencias dominantes enfrentadas: la del "eso son cosas de niñas" y la del "yo soy médica". Importa mucho para seguir evolucionando hacia una verdadera igualdad, fundamentada en los dos sexos, la educación que los niños reciben en el núcleo familiar.
    Una anécdota que me pasó: en una ocasión, mi hijo (entonces con 3 años) se entusiasmó por unos cacharritos de cocina de juguete y yo se los compré. Ya en casa el niño se los enseñó al abuelo muy contento y éste sólo le soltó: "eso es de niñas". Yo me enfadé y le dije al abuelo que ese juguete lo había elegido el niño, y que puesto que se lo había comprado a él, que era un juguete "de niño"; que me explicara en dónde ponía a qué sexo estaba destinado.

    Sin ir más lejos, en mi familia somos 2 hermanas y 2 hermanos. Por suerte, para las tareas del hogar no había diferencias, limpiábamos el baño tan bien las chicas, como los chicos. Sin embargo, mis padres me apuntaron a mí y a mi hermana a piano, y a mis hermanos a kárate. Me gustaba mucho el solfeo y el piano, pero también miraba a los chicos con envidia cuando estaban en el gimnasio practicando el deporte. Ahora tengo a mis dos hijos mayores (chico y chica) en música, y aunque le insistí al chico para que fuera a danza, porque tiene el tipo y es muy danzarín y muy nervioso, no le convencí; la niña si va y le gusta mucho.

    Me despido ya. Me ha gustado mucho esta página.
    Un saludo a todos,

    Mercedes

    • EDUCAR A NIÑOS Y NIÑAS SINGULARES
      21 de enero de 2006, por Yolanda jb

      Gracias Mercedes por tu comentario porque estrenas apartado. Llevamos ya dos meses en “abierto” y el tuyo ha sido el primer mensaje para publicar que recibimos.

      Por lo que se refiere al uso sexista del lenguaje parece que no vamos a estar muy de acuerdo. En cada cosa que yo (Yolanda) escribo me esfuerzo al máximo por transmitir con claridad a quién me estoy refiriendo cuando hablo. Así lo hago también en el aula, en mi casa, en mi entorno social y en general siempre.

      A lo largo del tiempo he descubierto que me sale con más naturalidad aunque tengo que admitir que necesito esforzarme por ver chicos y chicas, hombres y mujeres, padres y madres, trabajadores y trabajadoras y que en cada caso ambas cosas no son lo mismo. No es lo mismo tener una reunión con los padres que una reunión con las madres.

      La razón en la que más me apoyo es en la respuesta que he obtenido en los comportamientos de las chicas a las que he impartido clase. Agradecen salir de su invisibilidad, lo expresan y lo notas. Sienten reforzado su protagonismo y su autoestima. Desean ser nombradas igual que lo deseo yo. Significativo es también ver cómo se ofenden los chicos, cuando son minoría y se usa el femenino.

      Cuando alguien hace el esfuerzo de nombrarnos, el esfuerzo de cambiar el esquema, el intento de que algo se mueva, me siento agradecida. No reivindico el papel que hoy en día tiene asignado la mujer porque sé que puede llegar a obtener uno mucho más protagonista, con mayor identidad. He oído que alguna empresa por ahí ha decidido poner porcentajes en sus consejos de administración y me agrada. No porque aspire a que ellas hagan el mismo papel que ellos sino a que puedan ser ellas mismas, ni más ni menos.

      Cambiar cosas ha de costarnos esfuerzo. Si al hablar necesitamos más palabras para no ignorar a nadie y poder decir con más precisión lo que queremos bien vale ese esfuerzo. Aunque no nos vamos a quedar ahí. El lenguaje es sólo el síntoma, ahora debemos buscar una vacuna que llegue a lo más profundo de esta sociedad enferma que nos discrimina por el hecho de haber nacido mujeres.

      Mi hija de 3 años me corrigió el otro día cuando añadió que no sólo los niños salieron a jugar al patio sino que las niñas también salieron. Sonreí y pensé que es posible que ella sea más visible que yo; incluso puede que tan visible como su hermano.

      Yolanda

      • EDUCAR A NIÑOS Y NIÑAS SINGULARES
        9 de septiembre de 2008, por Syaoran

        Hola Yolanda
        Bueno, te expresas con gran claridad en este tema
        Sabes yo no hablo con tanta claridad pero lo intento, mira...este tema me inspiro aún más pro que se que no soy el único que piensa de esta manera
        Si, mucho de lo que dices es cierto y lo he experimenteado en mi escuela y en todas partes a las que visito.

        mmmmm...como te dije no me expreso con claridad, pero bueno, veo que has resumido casi todo lo que yo eh tratado de decir con otras palabras
        este artículo es un artículo que puede revolucionar pero no solo....

        Hmmmmmm.......la realidad es que poca gente actúa con respecto a estos temas, casi siempre se quedan callados o simplemente lo ignoran y no hacen nada
        también es devido a que en las escuelas, y en el hogar a los niños y niñas se les educa simepre de manera distinita
        y eso según mi punto de vista esta muy mal.....
        No se mucho que decir, ya que hablo ejor en una charla..
        mira si podes y queres agregame por favor, sería más sencillo así hablar n.n

        syaoran_angel_kjc@Live.com.mx

        El Humano ha tomado a gran escala el de discriminar a niños de niñas y separarlos desde hace mucho tiempo....y pese a todo lo siguen haciendo.....no ay mujer que sea más o menos que un hombre o viceversa. Todos somos iguales y estamos en la misma escala, más bien así debemos estar, en la misma escala.....por que es cierto todos toman a una niña como alguien que se maquilla, de pelo largo, muñecas, "ciertas actitudes" y demás o.o, eso me pone furiosos y triste a la vez, y viceversa, lo mismo de los niños se les piensa que son vulgares, obsenos, maleducados, rudos, "ciertas actitudes" y demás, todos tienen una imagén muy horrible y errónea de como es un nuiño y una niña
        la verdad las diferencias reales solo son dos
        Las Hormonas y el aparato reproductor, lo demás solo son estereotipos e ideas humanas erróneas que se inculcan a todos.

        Se tiene una imágen muy fea de los niñs no lo crees?
        Si, se ha descriminado a la mujer varias veces y a las niñas igual....pero también se ah descriminado a los niños y hombres....solo yo lo he notado nen mi escuela creo.....un niño no "puede" ser de tal manera o quedará rechazado por todos, es la realidad, también cuadno un niño es sensilbe, lindo, tierno o de manera como "niña"[idea humana o.ó] se le descrimina y se le ajusta o se va de la sociedad
        tanto a niñoscomo a niñas así se les trata
        no hay libertad de expresión y aunqe tú Yolanda que agradesco mucho que haya puesto este tema, estes expresando una verdadera idea de como son las cosas, es díficl que llegue a las bocas de los demás....nadie va a hacer mcuho caso a esto, 100 de cada 10000 personas pueden hacer caso a algo como esto, entre esas personas estoy yo Kevin Jonguitud García, que la verdad he tratado de demostrar que no deben separarse a los niños de las niñas, y muchas otras cosas por las que me otman loco y raro
        - .-...........sería agradable, es agradable conocer a alguien más que piense las cosas a la raíz como tú...hablamos por msn te parece? me tengo k ir.....hmmmm....

        "Vivan en la Verdadera Amistad, que ni el Amor lo rompe"

        "Abajo el maquillaje y la falsedad, la verdadera belleza esta en la cara de Dios"

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        "Las ideas erróneas nos dominan, depende de nosotros cambiarlas"

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