::: Dinámicas para tutoría :::
Películas y cine en la EDUCACIÓN PARA LA PAZ.
Emilio / Sábado 2 de mayo de 2009
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Presentan la guerra de forma realista:

The battle of San Pietro (1944) de John Huston.

Let there be light (1945) de John Huston.

La cruz de hierro de Sam Peckimpah.

La vida en el frente:

Sin novedad en el frente (1930) de Lewis Milestone.

Cuatro de infantería (1930) de Georges W. Pabst

El gran desfile (1925) de King Vidor.

El precio de la gloria (1926) de Walsh.

L’Horizon (1967) de Jacques Rouffio.

La cruz de hierro (1976) de Peckimpack.

La chaqueta metálica (1988) de Stanley Kubrick.

Platoon (1988) de Oliver Stone.

Confraternización entre personas de bandos diferentes:

Tierra de nadie (1931) de Víctor Trivas.

La gran ilusión (1937) de Jean Renoir.

La vaquilla (1985) de Berlanga.

Paranoia de mandos militares:

La última carga (1968) de Tony Richardson.

Senderos de gloria (1958) de Stanley Kubrick.

Soldado azul (1970) de Ralph Nelson.

Pequeño gran hombre (1970) de Arthur Penn.

Apolcalipsis now! (1979) de Francis Ford Coppola.

Rebelión y deserción:

Hombres contra la guerra (1970) de Francesco Rosi.

Rey y patria (1964) de Joseph Losey.

Los vencedores (1964) de Carl Foreman.

La ejecución del soldado Slovic (1974) de Lamont Johnson.

The red badge of the courage (1953) de John Huston.

La guerra en forma de parodia:

Armas al hombro (1918) de Chaplin.

La gran guerra (1959) de Monicelli.

Cómo gané la guerra (1967) de Lester.

M.A.S.H. (1970) de Altman.

Trampa 22 (1970) de Nichols.

¿Dónde está el frente? (1970) de Lewis.

Víctimas inocentes:

Juegos prohibidos (1952) de René Clément.

Dos mujeres (1960) de Vittorio de Sica.

Todos a casa (1960) de Luigi Comencini.

La guerra causa de disgregación familiar:

El séptimo cielo (1927) de Frank Borzage.

Tiempo de amar, tiempo de morir (1958) de Douglas Sirk.

Cuatro hijos (1928) de John Ford.

Los 4 jinetes del Apocalipsis (1921 y 1962) de Rex Ingram y Vincent Minnelli.

Remordimiento (1932) de Ernst Lubitsch.

Consecuencias físicas o mentales de la guerra:

Los mejores años de nuestra vida (1945) de William Wyler.

Hombres (1950) de Fred Zinnermann.

Johnny cogió su fusil (1971) de Dalton Trumbo.

Paisaje después de la batalla (1970) de Andrzej Wajda.

Taxi driver (1975) de Martin Scorsese.

El regreso ( 1978) de Hal Ashby.

El cazador (1978) de Michael Cimino.

Hiroshima, mon amour (1959) de Alain Resmais.

El filo de la navaja (1947) de Edmund Goulding.

Before the rain. (1994) de Milko Manchevsi. Distribución Sogepaq.

A favor de la paz:

Yo acuso (1919 y 1938) de Abel Gance.

Civilización (1916) de Ince.

Intolerancia (1916) de Griffith.

El gran dictador de Charles Chaplin.

Guerra y paz (1956) de Vidor. Y Bordanchouck (1965).

Paseo por el amor y la muerte (1969) de Huston.

Matadero (1972) de Roy Hill.

Contra la guerra nuclear:

Punto límite (1963) de Sidney Lumet.

Teléfono rojo ¿volamos hacia Moscú? (1964) de Kubrick.

El juego de la guerra (1966) de Peter Watkins.

El día después (1984) de Nicholas Meyer.

Juegos de guerra (1984) de John Badman.

Testamento final (1984) de Lynne Litman.

Cuando el viento sopla (1988) de Raymond Briggs. Distribuye FILMS 4. Calle Palafox 21. 28010 MADRID.

Aspectos del militarismo:

Fort Apache (1948) de Ford.

El motín del Caine (1954) de Edward Dmytryck.

Reflejos en un ojo dorado (1967) de Huston.

Marcha triunfal (1975) de Marco Bellocchio.

Taps (1981) de Harold Beckker.

La ciudad y los perros (1985) de Francisco Lombardi.

El crimen de Cuenca (1979) de Pilar Miró.

El crimen de Almería (1984) de Pedro Costa.

Pacifismo y objeción de conciencia:

De hombres a hombres (1948) de Christian-Jaque.

Gandhi (1983) de Attenborough.

El restaurante de Alicia (1969) de Penn.

Hair (1979) de Forman.

The trail of Catonsville (1971) de G. Davidson.

Sargento York (1941) de Howard Hawks.

La gran prueba (1956) de Wyler.

OTROS TÍTULOS FUNDAMENTALES.

Intolerancia.

(Intolerance, 1916), de David W. Griffith Después del escándalo provoca­do por su anterior film, El nacimien­to de una nación, justamente acu­sado de racismo, y en plena Gran Guerra -antes de la intervención de los EE.UU.- Griffith ofreció al mundo una llamada a la tolerancia y la paz a través de este film. Estructurado en base a cuatro epi­sodios entremezclados, correspon­dientes a situaciones históricas muy diversas (la lejana Babilonia, la pasión de Cristo, la matanza de hugonotes en la «noche de San Bartolomé» y un error judicial ocu­rrido en 1912) y con el tema común de la intolerancia y la violencia, el film pretendía llamar la atención sobre la necesidad de que situacio­nes semejantes no volviesen a dar­se; He ahí que el hilo conector de los cuatro relatos fuese la alegóri­ca presencia de una madre me­ciendo la cuna de su hijo. A parte de los trascendentales valores fíl­micos de una obra capital en la historia del cine, Intolerancia se convirtió en uno de los primeros tratamientos explícitos de la expo­sición de ideas abstractas a través de ese medio, y, junto con Civiliza­ción, de Thomas H. Ince, la más importante contribución del cine a la idea de la paz durante el transcurso de una Primera Guerra Mundial que significó la puesta de largo del cine como vía de adoctrina­miento y propaganda ideológica, política y belicista.

INTOLERANCIA (Intolerance, 1916) Dtor.: David W. Griffith / Guión: D.W. Griffith / Fot.: George Bitzer / Mús.: Joseph Carl Breil y D.W. Griffith / Int.: Lilian Gish, Mae Marsh, Fred Turner, Robert He­rron, Margery Wilson, Constance Talmadge. 16 mm.

Sin novedad en el frente.

(All Quiet in the Western Front, 1930), de Lewis Milestone Entre las abundantes películas que en el período de entreguerras abordaron el recuerdo de la Gran Guerra, sin duda fue ésta la que mayor impacto causó, no sólo por el hecho de ser la primera sonora -con el verismo que eso significa­ba -sino por estar basada en un «best-seller» enormemente discuti­do de Erich Maride Remarque, que llegaría a estar prohibido en la Ale­mania nazi. Narrando la vida coti­diana de las tropas del frente occi­dental en los largos períodos de la guerra de trincheras, la película rehuía el maniqueismo y triunfalismo habituales para centrarse en las desgracias de una situación no querida por sus propios protago­nistas, donde el miedo y la muerte se amalgamaban. Mucho más que en films anteriores como El gran desfile o El precio de la gloria y tanto como en Cuatro de infantería -gran film hoy olvidado de Pabsto Tierra de nadie, el film de Miles­tone se convirtió en un jalón funda­mental del cine antibelicista y, en buena medida, también del antimilitarista. Años después se hizo una reposición, sufrió un «remake», muy poco inspirado, a cargo de Daniel Mann.

SIN NOVEDAD EN EL FRENTE (All Quiet in the Western Front, 1930) Dtor.: Lewis Milestone Guión: Dell Andrews, Maxwell Anderson y George Abbott, según la novela de Erich María Remarque/ Fot.: Arthur Edeson / Mús.: David Browkman / Int.: Lew Ayres, Louis Wolheim, John Wray, Raymond Griffith.

La gran ilusión.

(La Grande Illusion, 1937), de Jean Renoir Una de las más famosas pelícu­las sobre la guerra de todos los tiempos, se centra no tanto en la denuncia de la guerra como en la evidencia de los intereses de clase que se esconden detrás de los nacionalismos. Tres prisioneros de guerra franceses, encerrados en una fortaleza alemana bajo el mando de un aristocrático oficial prusiano, intentarán escapar, al mismo tiempo que se revelan las afinidades entre miembros de una misma clase más allá de sus nacio­nalidades y, con ello, la futilidad de la guerra que pretende dividir a los próximos en beneficio de intereses extraños. La indudable voluntad pacifista de Renoir convirtió a La gran ilusión en un film mítico, que, pese a ser premiado en el festival de Venecia, fue prohibido luego en la Alemania y la Italia de la época, por su contribución -derrotista se­gún los censores- a las llamadas de atención en contra de la guerra y en favor de un internacionalismo bien entendido.

LA GRAN ILUSIÓN (La Grande lllu­sion, 1937) Dtor.: Jean Renoir / Prod: R.A.C. / Guión: Charles Spaack y J. Renoir / Fot.: Christian Matras / Mús.: Joseph Kosma / Mont.: Marguerite M. Huguet / Int.: Jean Gabin, Pierre Frenay, Erich von Stroheim, Dalio, Dita Parlo, Gaston Modot, Jean Daste / 35 mm.

Yo acuso.

(J’Acusse, 1938), de Abel Gance Versión sonora de un film ante­rior del propio Gane realizado en 1919, sin duda fue el film que más directamente trató de prevenir con­tra los horrores de una guerra vis­lumbrada -acerta-damente- como inminente, convirtiéndose por tanto en uno de los más explícitos llama­mientos en favor de la paz que el cine haya propuesto. En absoluto despojado de la retórica y grandilo­cuencia características de la obra de Gane, Yo acuso bordeaba el «kitsch» en muchos momentos, pero, al mismo tiempo, se mostra­ba como un esforzado empeño de rememorar los horrores de la Gran Guerra como vía de disuasión en­tre los previstos como inminentes. Entre los momentos famosos del film -en sus dos versiones- cabe citar el momento en que los muer­tos durante la guerra surgen de sus tumbas colectivamente para lanzar su contundente acusación contra los mercaderes de armas y todos aquellos responsables de la carnicería bélica.

YO ACUSO (J’Accusse, 1938) Dtor.: Abel Gance / Guión: A. Gan­ce y Steve Passeur / Fot.: Roger Huert / Mús.: Henry Verdun / Int.: Victor Franeen, Line Noro, Jean Max, Renie Devillers, Paul Amiot, André Nox.

Sargento York.

(Sargeant York, 1941), de Howard Hawks Este film, claramente belicista y destinado a preparar la entrada de los EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial, es, sin embargo, uno de los pocos de su tiempo que giraba en torno a un caso de objeción de conciencia. En efecto, durante la Primera Guerra Mundial un sencillo campesino americano de creencias puritanas rechaza enrolarse por el rechazo bíblico a la guerra; no obs­tante, forzado a ello y en brutal choque con la guerra, se concien­ciará de la necesidad de intervenir en ella en bien de su país y de la humanidad, hasta el punto de -sin buscarlo expresamente- convertir­se en un héroe, haciendo ciento treinta y dos prisioneros en una acción. Claro discurso sobre la ne­cesidad de anteponer unas razo­nes generales sobre los motivos personales, en relación a la contri­bución a la guerra, este espléndido film de Hawks -con la gran contri­bución de Gary Cooper en el papel protagonista- marcaba los límites de cualquier pacifismo en el seno del cine norteamericano.

SARGENTO YORK (Sergeant York, 1941 ) Dtor.: Howard Hawks Prod.: Jesse L. Lasky y Hal Wallis / Guión: Abem Finkel, Henry Chad­lee, Howard Koch y John Huston, a partir de diversos relatos autobio­gráficos / Fot.: Sol Polito y Arthur Edeson / Mús.: Max Steiner / Mont.: William Holmes / Int.: Gary Cooper, Joan Leslie, Walter Bren­nan, George Tobias, Stanley Rid­ges, Ward Bond, Noah Beery Jr. 16 mm.

Juegos prohibidos.

(Jeux interdits, 1952), de René Clé­ment Las vicisitudes de dos niños du­rante la retirada francesa de 1940, rodeados de desolación y muerte, se convierte en una constatación y un manifiesto en contra de los ho­rrores de la guerra, si bien con una dimensión más poética que -por ejemplo- en Germania anno cero, de Rossellini, más centrada en las maléficas consecuencias «a poste­riori» de la guerra y el nazismo sobre un niño berlinés llevado al suicidio. La película de Clément -con una famosa partitura de An­drés Segovia -obtuvo un inmenso éxito mundial, si bien disgustó a los belicistas, hasta el punto de ser retirada del Festival de Cannes por su indirecto pacifismo -o mejor di­cho, antibelicismo- militante. En cierto modo, Juegos prohibidos simboliza a tantos films que toma­ron como tema el sufrimiento cau­sado por las guerras sobre seres inocentes, con el dramatismo de presenciar aquí la influencia del cli­ma bélico sobre los niños, tal como revela la famosa secuencia en que juegan a enterrar animales en un cementerio.

JUEGOS PROHIBIDOS (Jeux inter­dits, 1952) Dtor.: René Clément / Prod.: Les Films Corona-Silver Films / Guión: Jean Aurenche, Pie­rre Bost y R. Clément / Fot.: Ro­bert Suillard / Mús.: Narciso Yepes / Mont.: Pierre Joly / Int.: Georges Poujouly, Brigitte Fosey, Amadee / Vídeo.

La gran prueba.

(The Friendly Persuasion, 1956), de William Wyler De nuevo Gary Cooper enfrenta­do al dilema de elegir entre su fe como cuáquero y la defensa arma­da de su granja ante el avance enemigo durante los días de la guerra de Secesión. Tras presen­tarnos la vida idílica de una comu­nidad cuáquera del siglo pasado -en una línea semejante a la que se nos muestra en Único testigo, de Peter Weir, con una ambienta­ción contemporánea-, Wyler va mostrando las consecuencias de la progresiva aproximación del frente y la necesidad de una toma de partido para los protagonistas, for­zada por la impetuosidad del hijo de la familia granjera, pero que alcanzará en diferente medida a todos los miembros del hogar. Wyler lleva la reflexión a un terreno abiertamente religioso y lo contra­pone con el arraigado apego a la propiedad y la defensa de un mo­do de vida, puesto en peligro por un enemigo poco menos que abs­tracto .

LA GRAN PRUEBA (The Friendly Persuasion, 1956) Dtor.: William Wyler / Prod.: Metro Goldwyn Ma­yer / Guión: Michael Wilson, según la novela de Jessamin West / Fot.: Ellsworth Fredericks / Mús.: Dimitri Tiomkin / Int.: Gary Cooper, Do­rothy McGuire, Anthony Perkins, Phyllis Love, Richard Eyer, Mark Richman, Marjorie Main /35 mm. y vídeo.

Senderos de Gloria.

(Paths of Glory, 1957), de Stanley Kubrick Tras enviar a sus hombres a una masacre por ambiciones persona­les, un alto oficial aliado conduce ante el pelotón de ejecución a tres soldados para «dar ejemplo» y es­carmentar al resto de la tropa, ante la desesperación e impotencia de un teniente. Basado en hechos au­ténticos, Senderos de gloria se planteó no ya el antibelicismo sino el antimilitarismo con una radicali­dad absolutamente excepcional en su tiempo. Kubrick no intentó de­nunciar el horror de la guerra ape­lando a los buenos sentimientos, sino mostrando la mecánica inso­portable de toda una institución -el ejército- creada para matar y ha­cer morir en favor de oscuros inte­reses, aquí revelados como mez­quinas intrigas para ascender en la carrera militar. Con este film -y tomando como referente siempre la más lejana y menos ideologizada Gran Guerra- se abría una serie de títulos que, matices aparte, redun­darían en semejantes planteamien­tos de los que Rey y patria, de Joseph Losey, y Hombre en con­tra, de Francesco Rosi, serían los mejores ejemplos; el primero des­de una perspectiva humanista -el desertor por miedo fusilado- y el segundo con un planteamiento mu­cho más político: la oficialidad como auténtico enemigo -de cla­se- de la tropa.

SENDEROS DE GLORIA (Paths of Glory, 1957) Dtor.: Stanley Kubrick / Prod.: James B. Harrias para Bryna Production- United Artists / Guión: S. Kubrick, Jim Thompson y Calder Willingham, según la novela de Humphrey Cobb / Fot.: George Krause / Mús.: Gerald Fried /Mont.: Eva Kroll / Int.: Kirk Douglas, Ralph Meeker, Adolphe Menjou, George Macready, Wayne Morris, Richard Anderson /35 mm.

Hiroshima, mi amor.

(Hiroshima, mon amour, 1959), de Alain Resnais Una francesa que acude a Hiro­shima para rodar un film se ena­mora de un japonés superviviente del bombardeo atómico. Sus rela­ciones se verán interferidas por el persistente recuerdo del inmediato pasado bélico, asociado en el caso de ella a la ocupación en su ciudad de Nevers (y al hecho de haber sido represaliada por relacionarse con un soldado alemán), de forma que el fantasma de la guerra apa­rezca como una implícita y cons­tante alusión. Mucho menos llama­tiva y evidente que tantos otros films, Hiroshima, mon amour ha quedado, sin embargo, como una de las más agudas y trascendentes incursiones en el horror heredado de la guerra, al tiempo que introducía una dimensión critica de la he­catombe nuclear.

HIROSHIMA, MI AMOR (Hiroshima, mon amour, 1959) Dtor.: Alain Re­nais / Prod.: Argos Films / Guión: Marguerite Duras / Fot.: Sacha Vierny y Mishio Takahashi / Mús.: Giovanni Fusco y Georges Deleure / Mont.: Henry Colpi / Int.: Emma­nuella Riva, Eiji Okada, Bernard Fresson, Stella Dassas, Pierre Bar­baud / 35 mm.

­Teléfono rojo, ¿volamos hacia Moscú?

(Dr. Strangelove; or, How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb, 1963), de Stanley Kubrick Alocada comedia en torno a un loco general que provoca el cataclismo nuclear al hacer atacar a la URSS; esta película de Kubrick co­nectada con toda una serie de films -como Punto límite, de Lu­met, o El juego de la guerra, de Peter Watkins. Está en la línea del documental reconstruido, que en esa época, inmediata a la llamada "crisis de los misiles", floreció en diversos lugares. El tono abierta­mente humorístico y satírico no perjudicaba la seriedad del empeño de Kubrick, sino que, al tiempo de permitir la misma existencia del film -inimaginable en la época sin la coartada cómica-, servia para abordar aspectos diversos como la presencia de un científico alemán al servicio de los EE.UU. no menos enloquecido o la psicosis antisovié­tica potenciada por una propagan­da decantada hacia los intereses inequívocos de la Guerra Fría.

¿ TELÉFONO ROJO? VOLAMOS HACIA MOSCÚ (Dr. Strangelove. Or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb, 1963) / Dtor.: Stanley Kubrick / Prod.: Hawk films, para Columbia Pictures / Guión: S. Kubrick, Peter George y Terry Southern / Fot.: Gilbert Tay­lor / Mont.: Antony Harvey / Mús.: Laurie Johnson / Int.: Peter Sellers, George C. Scott, Sterling Hayden, Keenan Wynn, Slim Pickens, Peter Bull, James Earl Jones /35 mm. y video.

Película - LOS TRES ÁMBITOS DE LA MELANCOLÍA. Sobre las guerras.

Película: Los Limoneros. Hasta los árboles sufren en Palestina.

Película - PROMESAS. Violencia.

Película - EL CASTILLO AMBULANTE: Fábulas pacifistas de animación tradicional.

CINE PARA LA TUTORÍA: http://edukazine.blogspot.com/2006/01/recursos-para-el-aula-de-tutoria.html

FICHAS DE PELÍCULAS antibelicistas en EDUALTER.

Otras películas antibelicistas:

§ Lluvia negra (S. Imamura, 1989): supervivientes de Hiroshima.

§ Marea roja (T. Scott, 1995): golpe a la antigua URSS y amenaza de la guerra nuclear.

§ La vida es bella (R. Begnini, 1997): holocausto judío, fascismo y nazismo.

§ Doce hombres sin piedad (S. Lumet, 1957): pena de muerte.

§ §¡Quiero vivir! (R. Wise, 1958): pena de muerte.

§ A sangre fría (R. Brooks, 1967): pena de muerte.

§ No matarás (K. Kieslowski, 1987): pena de muerte.

§ La segunda vuelta (M. Calopresti, 1995): terrorismo en Italia.

§ Las hermanas alemanas (M. von Trotta, 1981): terrorismo de estado.

§ En el nombre del hijo (T. George, 1996): huelga de hambre de los presos del IRA.

§ El boxeador (J. Sheridan, 1997): las contradicciones de la violencia.

§ Espartaco (S. Kubrick, 1960): esclavitud.

§ Queimada (G. Pontecorvo, 1969): esclavitud.

§ Amistada (S. Spielberg, 1997): esclavitud.

§ Roma, ciudad abierta (R. Rossellini, 1945): 2ª Guerra Mundial, tortura y arbitrariedad.

§ La confesión (C. Gavras, 1970): tortura.

§ La tortura (L. Heynernan, 1976): periodista torturado en la guerra de Argelia.

§ La noche de los lápices (H. Oliveira (1986): adolescentes víctimas de la tortura en la dictadura argentina.

§ El fin de la violencia (W. Wenders, 1997): anulación del individuo por el poder.

§ Cristo se paró en Éboli (F. Rosi, 1979): destierro por razones políticas.

§ La batalla de Argelia (G. Pontecorbo, 1965): levantamiento anticolonial.

§ Estado de sitio. Costa Gavras. Brasil (1972).

§ Z. Costa-Gavras (1968). Terrorismo de estado.

§ “Vals con Bashir,” una película pacifista animated de Israel. dirigida por Ari Folman. 2009

§ La delgada línea roja.

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VIDEOS interesantes en Educación Básica.

La mayoría de ellos no se encuentran fácil mente.

No violencia:

Ferdinando, el toro.

Boom. Dibujos animados. Club de Amigos de la UNESCO. Pza. Tirso de Molina 8. Madrid

O si no. . . .(Desarme) Dibujos animados.

Holocausto. Serie de televisión.

La amenaza nuclear. Centro de Investigación para la Paz.

Los mercaderes de la muerte. Centro de Investigación para la Paz.

Proceso a los fuertes. E.CO.E.

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Tenemos una página que contiene mucha información sobre películas de educación en valores. La podéis encontrar aquí.

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Y por último os ofrecemos un enlace con una reflexión y repaso a diez filmes muy propicios a utilizar en clase para la educación para la paz. Las películas que se han elegido son: Las flores de Harrison, En tierra de nadie, Days of Glory (Días de Gloria), Las tortugas también vuelan, Cartas desde Iwo Jima, En el valle de Elah, La vida sin Grace, El niño con el pijama a rayas, En tierra hostil y War Horse (Caballo de batalla).

http://www.centrocp.com/diez-filmes-para-educar-para-la-paz/ .

Películas cortas, de calidad, con fondo educativo y sin violencia.



Foro

  • Películas y cine en la EDUCACIÓN PARA LA PAZ.
    8 de febrero de 2011, por Free Tibet

    en pacifismo también incluiría: Melong, de Seshi. Y toda una seríe de peliculas sobre la causa Tibetana: What Remain of Us, The Cup.
    Y, es una lástima que en todo el articulo ninguna pelicula se mencione con su nombre original, dificultando el encontrarlas en V.O.
    De cualquier manera, un esfuerzo encomiable el haber dedicado tiempo a este listado, gracias.

  • Películas y cine en la EDUCACIÓN PARA LA PAZ.
    28 de enero de 2011

    Saludos,

    Yo incluiría también "Mediterráneo" en la que los soldados confraternizaron con la población de una islita griega.

    Curro, luego existo

    • Películas y cine en la EDUCACIÓN PARA LA PAZ.
      14 de agosto de 2014, por walter ruiz nieto

      soy guionista y tengo varios cortos sobre la paz y una miniserie para niños, animada y busco alguien interesado en ayudarme a hacer la películas. contactarme a mi correo: wallyrito@yahoo.com

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