Si todo lo propuesto en la sesión anterior se pudo llevar a cabo estaremos preparadXs para la primera interpretación seria de un juego de roles.

Los cuatro grupos han recibido los roles a interpretar, generalmente dentro de una familia. Madre, padre, hermano, hermana, abuelo, abuela y en el caso de que haya que integrar a más personas para que participe toda la clase podrá haber también unX tiX que está de visita en la casa o unX vecinX o amigX de la familia que está casualmente presente.

No es necesario que la preparación sea ni memorizada ni exahustiva. Es bueno dejar espacio a la improvisación y al nivel de actuación que cada persona participante quiera asumir.

Mucho, mucho, mucho más importante que la actuación que puede estar en torno a los 5 minutos está la evaluación de lo que hemos visto.

La primera pregunta, siempre ha de referirse a cómo se han sentido actuando. No debemos pasar por alto que alguien haya tenido un mal rato durante la actuación. Necesitarán en todo momento nuestra aprobación, nuestro refuerzo y nuestro agradecimiento.

¿Se parece la situación interpretada a la realidad? Abrimos el debate. Si es que sí se parece expliquemos por qué, si no se parece haremos lo mismo.

Los conflictos saldrán a debate sin personalizar, basándonos en unos roles ficticios y eso facilitará que todo el mundo pueda hablar sin tener que referirse a su propia situación.

No es necesario que los roles masculinos los interpreten siempre los chicos o los femeninos las chicas. Aprenderemos mucho si optamos por favorecer que se hagan cambios y que nos podamos poner en el lugar del otrX.

Es casi imposible imaginar que vamos a ser capaces de interpretar cuatro juegos de roles con sus cuatro evaluaciones de lo sucedido en una hora. Será criterio de la persona que esté coordinando la dinámica el prolongar la sesión o cortarla en un momento determinado.

¡Qué lo disfrutéis!